
¿Una nave alienígena se acerca? El cometa ATLAS y su inquietante llegada en noviembre
Desde que fue detectado el 1 de julio de 2025, un objeto espacial llamado 3I/ATLAS ha sembrado intriga, miedo y fascinación a partes iguales. Científicos de Harvard y Reino Unido han sugerido que este cuerpo podría no ser natural, e incluso especulan que noviembre sería una fecha clave para saber si estamos frente a una sonda extraterrestre con intenciones desconocidas.
Aunque suena a guion de Hollywood, el debate es real y está generando un enorme impacto en redes sociales, foros y medios internacionales. Pero ¿qué es exactamente el cometa ATLAS y por qué se ha convertido en uno de los temas más virales del año?
¿Qué se sabe del cometa ATLAS?
El objeto fue identificado por el sistema ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), y lo primero que llamó la atención fue su origen: proviene de fuera del sistema solar. Eso lo convierte en el tercer objeto interestelar jamás detectado por la humanidad.
Sin embargo, lo verdaderamente extraño viene después:
- Su trayectoria está milimétricamente alineada con el plano orbital de los planetas.
- Su paso por Venus, Marte y Júpiter es inusualmente preciso, con un margen de probabilidad bajísimo si fuera algo natural.
- No presenta la clásica coma ni cola brillante que suelen tener los cometas.
Estas anomalías llevaron a un grupo de investigadores, encabezado por el profesor Avi Loeb (Harvard), a lanzar una hipótesis que ha dividido opiniones: ATLAS podría ser tecnología no humana.

¿Noviembre: el mes del contacto?
Según el estudio publicado por Loeb y sus colegas, el 3I/ATLAS alcanzará su punto más cercano al Sol (perihelio) el 29 de octubre de 2025. En ese momento, estará oculto desde la Tierra por la luminosidad solar, lo que —según su planteamiento— facilitaría un eventual despliegue de naves secundarias o sondas sin ser detectadas.
Aunque la comunidad astronómica mayoritaria sostiene que ATLAS es un cometa exótico pero natural, la teoría de que podría estar “ocultando su verdadera naturaleza” ha generado un fenómeno global. Y sí, hay quienes creen que noviembre marcará un antes y un después en nuestra relación con el cosmos.
¿Debemos preocuparnos?
La respuesta oficial es no. Hasta ahora, no hay ninguna alerta por parte de agencias como la NASA o la Agencia Espacial Europea (ESA). Pero el hecho de que científicos reputados estén al menos considerando la posibilidad de tecnología interestelar avanzada es en sí mismo notable.
Loeb ha aclarado que su estudio no afirma que ATLAS sea hostil, sino que vale la pena investigarlo con mente abierta, como parte del esfuerzo por entender qué hay más allá de nuestro sistema.

El precedente: ʻOumuamua, el visitante que nunca pudimos explicar
Para entender mejor por qué ATLAS ha generado tanto revuelo, es necesario mirar hacia atrás. En 2017, otro objeto interestelar cruzó el sistema solar: ʻOumuamua, el primero jamás detectado.
Aquella roca en forma de aguja:
- También venía del espacio interestelar.
- Tampoco tenía cola, pero aceleró sin explicación aparente.
- Su paso fue fugaz, y hasta hoy nadie sabe qué era exactamente.
Avi Loeb también fue quien propuso que ʻOumuamua podría haber sido una sonda con vela solar enviada por otra civilización, y aunque muchos lo desestimaron en su momento, la evidencia nunca refutó del todo su teoría.
Hoy, con ATLAS acercándose, la pregunta vuelve a la mesa:
¿Estamos siendo visitados por tecnología ajena a nuestra especie, y simplemente no lo queremos aceptar?
Lo que viene
El objeto ATLAS será observable nuevamente tras su perihelio, a mediados de noviembre. Será entonces cuando los telescopios del mundo —y la atención pública— estarán atentos a cualquier anomalía.
Mientras tanto, la historia sigue abierta.
Y aunque la ciencia no puede confirmar intenciones hostiles, tampoco puede descartarlas por completo.