¡Madonna la reina que no necesitó de Internet para romperla!
LA COLUMNA DE: LA MIJ NAV
Como buena niña ochentera crecí con buena música y bailando de todo menos la música tropical. Me gustaba la ropa de mil colores, colgarme hasta el molcajete, cantar y bailar y justo en esa parte del baile en mi adolescencia estaban de moda los intercolegiales y los grupos poperos de coreografías. Tengo un disco de vinil de Dick Tracy (por cierto que película tan mala pero que buen soundtrack) en donde aparecía la persona que me motivó a aprender a bailar en tacones y la única mujer por la que casi vendo un riñón para ir un concierto en la Ciudad de México, obviamente me refiero a,,,Madonna, (cabe mencionar que si fui a verla y aun tengo todos mis órganos completos afortunadamente).
Mi favorita es Like a Prayer, cuando salió la rola yo tenía 4 años y Madonna andaba en sus 30, así que podría ser mi madre. Desde entonces he venido siguiéndola con el recuerdo de la imagen de este mujeron bailando frente a una cruz ardiendo con su perfecto vestido ajustado estando en una iglesia y lo que pareciera un sueño en ese video transgresor y sugerente. Tiempo después en mi etapa de preparatoria en una década diferente la escuchaba y la cantaba como si acabara de estrenarse, quería notarme, sentir, ir contra corriente y salir a ver todo eso que nadie cuenta, eso tan prohibido que resulta excitante.
Mi pasión por la música y el arte han sido inspirados por ella, una mujer que puso al mundo en jaque desde el seno familiar, social, político y religioso con su expresión artística es de lo más aplaudible, ya que en ese entonces no había redes sociales, no existpia tik tok y mucho menos internet, lo único que tuvo que hacer fue ser mujer, luchar y defenderse por ser libre y ponernos a bailar con el coro de una iglesia para besar un santo y ser simplemente la inmaculada y al mismo tiempo la irreverente reina de nombre Madonna.
DATA POP:
Like a Prayer fue, incluida en su cuarto álbum de estudio del mismo nombre. La compañía Sire Records la publicó como el primer sencillo del disco el 3 de marzo de 1989 y figuró posteriormente en los recopilatorios The Immaculate Collection (1990) y Celebration (2009). Dicha canción fue compuesta y producida por Madonna y Patrick Leonard.